En un giro inesperado que ha sacudido la política local de Girardota, el Consejo de Estado confirmó en segunda instancia la destitución del concejal Diego Congote, perteneciente al Partido Liberal. La causa: la firma de un contrato con la Alcaldía de Girardota que lo ha dejado sin la curul que obtuvo con más de 1.000 votos.
La polémica radica en que Congote suscribió un contrato con la Alcaldía de Girardota el 31 de octubre de 2022, el cual se ejecutó hasta diciembre del mismo año. Este acto ha sido catalogado como una violación flagrante a las normas electorales colombianas, que prohíben a los candidatos firmar contratos con el municipio donde tienen aspiraciones políticas al menos un año antes de las elecciones. En este caso, las elecciones se realizaron en octubre de 2023, y la brecha temporal fue insuficiente para evitar la inhabilidad.
Este escándalo no solo pone en duda la transparencia con la que algunos políticos locales gestionan su acceso al poder, sino que también deja a los más de mil votantes de Congote sin representación, cuestionando la integridad del proceso electoral. La confirmación de la destitución por parte del Consejo de Estado no hace más que avivar las críticas sobre los métodos utilizados por algunos para ganar una curul, generando un debate acalorado sobre la ética en la política local.
¿Es esta destitución un reflejo de las prácticas corruptas arraigadas en la política local o un simple error administrativo? Mientras los ciudadanos de Girardota exigen respuestas y justicia, la destitución de Congote sienta un precedente que podría cambiar la forma en que se manejan las campañas electorales en el futuro.
